martes, 8 de septiembre de 2020

Las personas que son egocéntricas



Buena parte del proceso de maduración en las personas consiste en entender que el mundo no gira alrededor de ellas. El bebé no lo sabe. Por eso, pide comida a las 2 de la mañana y le tiene sin cuidado si esto afecta el sueño de sus padres. A medida que crece, aprende a reconocer que no siempre se obtiene todo lo que se desea, y que otras personas y sus necesidades también habitan el universo.


Madurar implica salir de la cárcel del yo. Significa perder esa ilusión que rodea la vida del bebé: basta con pedir para que una necesidad o un deseo sea satisfecho. Cuando poco a poco vamos renunciando a esa fantasía, también nos vamos haciendo conscientes de una hermosa posibilidad: la aventura de explorar el universo de los demás. Si todo sale bien, aprendemos a preservar el yo y a alcanzar el tú.



Con el proceso de maduración se va comprendiendo que los sacrificios y las restricciones son necesarios para alcanzar logros. Y que comprometerse con un objetivo, o con una persona, no es una limitación de la libertad, sino una condición para proyectarse mejor y a más largo plazo.
Tendencia a culpar a los demás

Los niños se asumen a sí mismos como seres dirigidos por otros, que no actúan a voluntad. En gran medida lo son, en tanto están en un proceso de formación y de inserción en la cultura. Mientras son pequeños, creen que el error debe llevar a la culpa. No les importa tanto el daño que hicieron, sino el castigo o la sanción que puedan imponerles.

Crecer es salir de ese estado de dulce irresponsabilidad. Madurar es ir entendiendo que somos los únicos responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer. Aprender a reconocer los errores y sacar de ellos nuevos aprendizajes. Saber reparar los daños. Saber pedir perdón.
Establecer lazos de dependencia

Para las personas inmaduras, los demás son un medio y no un fin en sí mismos. Así, como medios que son, en su óptica, los necesitan. No necesitan a los demás porque los quieren, sino que los quieren porque los necesitan. De ahí que suelan construir lazos en los que hay fuertes dependencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario